5/2/09

Taller II: “La voz humana desencadenada”


El Laboratorio Escénico Danza Teatro Ritual
invita a
"El Lugar de los cuerpos poéticos"
-una reflexión práctica alrededor de la presencia escénica -


Taller II: “La voz humana desencadenada”
Impartido por Indira Pensado*

El propósito del taller es el de ir a los lindes de la actoralidad y la expresión humana a través de la voz, es la provocación de vivencias que propicien por un lado la ampliación de los registros cotidianos, tanto de alturas como intensidades, el uso de resonadores y elementos rítmicos, como potenciar la creatividad total del actor partiendo de su cuerpo.

Se trata de profundidades. El trabajo de la voz en el cuerpo implica el contacto con regiones inexploradas del ser, provocando un alto desarrollo expresivo en los participantes.

Las sesiones buscan la reconexión de la voz y la escucha en movimiento, con los impulsos primarios imaginativos y viscerales, al igual que estructurar un entrenamiento que pueda ser codificado para situaciones creativas específicas.

Objetivos:
- Estimular la escucha atenta.
- Integrar la voz al movimiento.
- Propiciar una serie de vivencias creativas y locas de composición sonora.
- Despertar a partir del juego las voces apagadas del ser.
- Incitar al participante a continuar con la exploración de su voz.
- Permitir vivencias de placer sonoro.

Dirigido a: artistas escénicos profesionales y estudiantes avanzados.
Lugar: Escuela de Danza Contemporánea del Centro Cultural Ollin Yoliztli (Periférico Sur 5141, Col. Isidro Fabela, a un costado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia; el metro más cercano es Universidad).
Fechas y horarios: Jueves 19 y Viernes 20 de febrero, de 14:30 a 18:00 hrs; Sábado 21 y Domingo 22 de 10:00 a 14:00 hrs.
Informes e inscripciones: en los teléfonos 56.06.48.01 y 044.55.16.56.00.20 y en el correo: lugardeloscuerpospoeticos@gmail.com
Requisitos: enviar carta de motivos y resumen curricular a lugardeloscuerpospoeticos@gmail.com

*** Entrada gratuita. Cupo limitado ***

Nota: este taller forma parte del proyecto "El sueño de la muerte o el lugar de los cuerpos poéticos", apoyado por el Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales, FONCA 2008.

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INDIRA PENSADO*
* Becaria FONCA Creadores Escénicos 2008-2009

Es licenciada en Literatura Dramática y Teatro por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde tomó cursos de actuación con el Maestro Héctor Mendoza y de dirección con el Maestro Ludwik Margules.

Como actriz ha participado en múltiples obras dirigida por Mauricio Jiménez, Sandra Félix, Diego Piñón y Alicia Martínez, entre otros.

Ha tomado cursos de perfeccionamiento actoral con Vicente Revuelta, Yoshi Oida y Ludwik Margules. Asimismo ha desarrollado entrenamiento rítmico con Rubén Segal; y el entrenamiento corporal basado en la danza Butoh con Diego Piñón, desde 1995.

Su formación vocal comienza con el taller La voz desencadenada impartido por Kozana Lucca del Roy Hart Theatre, gracias a quien desarrolla el método de enseñanza vocal que imparte. Posteriormente ha participado en el taller de Formación Vocal Intensiva, en el Roy Hart International Center impartido por David Goldsworthy, Derek Rosignol, Judy Wilson y Ane Marie Letron; el taller de Teatro coreográfico y voz impartido por Enrique Pardo y Linda Wise del Pantheatre de París; cantos armónicos con Robert Schwendeman y la formación vocal de Maria Huesca y Anne Hegee.

Ha realizado la asesoría vocal de los montajes Mil noches y una noche, dirigida por Rodolfo Obregón, En la casa de la sal, y la Tempestad dirigidas por Alicia Martínez, Autoconfesión, unipersonal de Gerardo Trejoluna dirigido por Rubén Ortiz, Gaudeamus desde México de Jean Frederik Chevalier, El Motel de los Destinos Cruzados escrita y dirigida por Luis Mario Moncada; y el diseño sonoro de El péndulo del mundo, dirigida por Alicia Martínez.

Actualmente participa en el grupo Sonvoces, Laboratorio de Investigación Vocal, junto con Miguel Alonso y Carmen Mastache, proporciona entrenamiento vocal al montaje: La vida muda de Gerardo Trejoluna; imparte clases de voz en el Centro Morelense de las Artes como parte de la licenciatura de teatro; así como el Dragón de Jade dentro del proyecto El dragón y la rueca, laboratorio escénico que coordina Susana Frank, en Cuernavaca, Morelos; y estudia música y piano en el Desarrollo Integral Musical DIM.

Más información disponible en : http://www.crastchep.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. Hola, les comparto esta reflexión que encontre en la red sobre la presencia escénica que sin ahondar en la presencia y puede tener puntos cuestionables, menciona algo que me parece valioso con respecto a aspectos que pueden bloquearla como la inseguridad de si del artista escénico.
    Sandra.

    Presencia escénica.

    En sus inicios, la actriz y el actor deben luchar contra la sensación, generalmente fundada, de que su actuación es insuficiente. Han aprendido a comprender la situación y el personaje, se concentran en sus acciones y se desempeñan con fe y sentido de verdad; y sin embargo, su trabajo es simplemente natural, y da la impresión de carecer de peso. No está totalmente en el escenario; la inseguridad, el nerviosismo, las dudas acerca de sí, todavía retienen gran parte de su energía y grandes zonas de su ser. La persona que actúa está contenida, reservada, y sostiene sus palabras y acciones a través de un gran esfuerzo; al mismo tiempo, se observa a si misma constantemente y teme cometer errores.

    Entonces su actuación no contiene uno de los encantos más notables del trabajo actoral: la presencia escénica, esa sorprendente cualidad de la persona que se actúa ante otras, hecha de confianza en sí mismo, desparpajo, impudicia, expresividad, apertura emocional, desfachatez y desprejuicio, y que llevan al espectador a admirarlo, envidiarlo, y considerarlo una persona más audaz, más valiente, más abierta, más sensible y sin los temores y trabas de la gente corriente.

    Sin presencia escénica el texto se dice, pero la palabra no llega; el gesto se hace, pero la acción no atrae, la emoción se siente, pero ese sentimiento no conmueve. Porque no se está del todo allí. Siempre falta algo; el humor, la intención, el sentimiento, la fuerza, los pequeños detalles.

    La naturalidad y el sentido de verdad requieren el peso de la presencia escénica, que da verosimilitud y credibilidad, interés y expresividad a las palabras, los gestos, los movimientos y las acciones simplemente porque las impregna toda la persona. Actrices y actores con presencia escénica salen de su mundo real para entregarse con toda su energía al mundo de ficción, y vivir en él.

    La presencia escénica se tiene a veces naturalmente, cuando se es uno de los pocos dotados por la naturaleza desde el comienzo; la clave del brillante desempeño y los logros iniciales es esa personalidad capaz de concentrarse y accionar sin interferencias, que siempre incluye un desparpajo, seguridad y confianza en sí muy evidentes, generalmente acompañando un ser de condiciones personales especialmente atractivas.

    Los años, el oficio, la experiencia, la técnica, van disminuyendo la inseguridad y la desconfianza en sí mismo, y dando gradualmente al actor y la actriz esa presencia que al principio no tienen; algunos, por exceso de inseguridad o por indolencia, jamás la adquieren, y son simplemente naturales y verdaderos, pero no atraen al público, cumplen su parte, pero no están ahí, no interesan ni atraen.

    Cuando se ha adquirido además de la verosimilitud y la naturalidad, técnica y presencia, y se encara los primeros compromisos profesionales, aparece un peligro; que para resolver las exigencias de la profesión, se elabore un sistema, una personalidad escénica, un personaje constante, y un repertorio de soluciones. Surge un actor seguro, confiado, expresivo y creíble; pero siempre el mismo, con pocos detalles, y al borde constante de la exageración; un recurso genuino, repetido hasta el hartazgo, se vuelve un estereotipo. Muchas actrices y actores se establecen en este plano y allí se quedan.

    El actor y la actriz que buscan llegar al plano artístico, van más allá: se transforman, y hacen aparecer alguien, a quien milagrosamente el público confunde con él mismo. Ese ser vivo y distinto, mezcla de la personalidad del actor, surgido de su cuerpo y su espíritu, y al mismo tiempo identidad distinta en una historia de ficción, con un carácter reconocible y generador de emociones, tiene una condición casi mágica. Se lo llama "el gran personaje", y es más poderoso, más atractivo, más luminoso y potente que cualquier persona humana de la realidad.


    Los seres humanos reales están velados, y aparecen borrosos, a causa de la opacidad de la vida cotidiana, la inexpresividad del espacio inabarcable y del tiempo de extensión ilimitada. El personaje escénico brilla durante una hora, en un marco acotado y exacto, enfocado e iluminado, y expuesto en los momentos de su mayor intensidad. Y es un poderoso conglomerado de energía humana, la del autor que lo concibió y escribió sus palabras, la de los seres humanos reales que lo inspiraron, la del actor que lo interpreta con su energía y talento. Satisface esa necesidad que, más allá del entretenimiento, impulsa a todo espectador que ama el teatro: la de conocer mejor, a través del arte, la experiencia humana.


    Luis Agustoni

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  2. Hola Eugenia, soy Cuitláhuac, no se si me recuerdas, en un taller con sergio alcantara... Ale y yo queremos preguntarte en cuanto nos cobras algunas clases, lo más probable es que serían una vez al mes, en particular los domingos en Tlahuac...

    Me dio mucho gusto saludarte... mi correo es cuitlahuac_oviedo@hotmail.com... por cierto, intente mandarte un correo a tu dirección de negramar_7 pero me lo regreso...


    saludos

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