24/2/09

"La voz humana desencadenada"

por Eugenia Vargas

Del jueves 19 al domingo 22 de febrero, Indira Pensado impartió el taller "La voz humana desencadenada", alrededor de ella nos reunimos una fauna diversa e interesante - directores escénicos, bailarines, actores, actrices, un músico, coreógrafos y una performancera - en total 23 personas trabajando con su cuerpo y su voz.

Indira comenzó preguntándonos qué es la voz.... es aire y al aire le fascina moverse en el espacio.... sin duda los cuatro días del taller nos movimos y conmovimos de múltiples maneras. Fuimos testigos, por ejemplo, del canto desgarrado de Irene Martínez que en su lección de canto, en la que todos participamos, aprendimos a quebrar la voz y también a "abrir el paragüas que está en el cráneo" para dar un salto y escalar a una dimensión de agudos poco explorada (cuando creemos que hemos llegado al límite, se puede dar un salto y entrar a otro nivel donde la voz sigue y sigue escalando, sólo es cuestión de permitírselo).

Indira nos condujo a las profundidades sonoras de nuestra voz, fuimos a nuestros abismos y a nuestras cumbres, cabalgando en la voz vertical - aquella que galopa en una línea ascendente y descendente.

Aprendimos, entre muchas otras cosas, a suspirar... ah... y es que desde el suspiro, aquella pequeña exhalación que nos aligera, se construye todo el universo sonoro. Y en verdad, suspirar trae un alivio corporal, una disposición anímica y mental.

Trabajamos con la imagen del lago - un lago lleno de seres vivos: peces, cocodrilos, serpientes, sapos, ninfas -, y al suspirar generamos una primera onda vibratoria que al expandirse mueve y conmueve el lago, conectándonos directamente con nuestras emociones y las voces de nuestro cuerpo...de nuestra alma.

El suspiro dispone desde un relajamiento, entendido no como laxitud ni colapsamiento, sino como un estado de alerta donde hay un gasto energético justo, sin tensiones que paralicen el flujo orgánico de la voz y el cuerpo.

Vimos que cuando tratamos de fingir un suspiro, no más no sale y que el suspiro y la verdad escénica están íntimamente ligadas. No podemos actuar un suspiro, así como tampoco podemos fingir que somos y estamos en escena. La contundencia de la verdad siempre sale a flote.

Por ello, entrenar nuestra presencia escénica desde algo tan pequeño y sutil como es el supiro, me pareció fascinante, por eso los aliento a que practiquemos más este dulce exhalar.

Por último, quiero compartir una de las muchas frases que Indira nos dijo "La voz es el músculo del alma, por eso los invito a que ejerzan su derecho a cantar, a decir, a nombrar..."

Febrero 2009

2 comentarios:

  1. Siempre he considerado que el cuerpo y la voz son los primeros instrumentos expresivos con los que nacemos y exploramos el mundo; en el terreno de la creación artística, partimos de ellos intuitivamente para después transformar nuestra realidad íntima y nuestra conexión con el mundo. Es un placer conocer nuestra voz y aún mayor es el placer el compartir con otros "el viaje" de explorarla y a través de ella hacer una extensión de nuestro cuerpo. Un abrazo al equipo. Gracias!

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  2. Hola! Solo queria agradecer de nuevo a Endira y a todos los que hacen posible "el lugar de los cuerpos poeticos" por este viaje tan profundo hacia la conciencia de nosotros mismos y de los que nos rodean, fue una experiencia que enriquesio no solo mi voz sino todo mi cuerpo, mi mente y mi espiritu, les mando un abrazo esperando volverlos a encontrar pronto...

    Carlos Tahuilan

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